Quiero compartir mi visión de este nuevo enfoque de atención en salud.
La Medicina Funcional corresponde a la aplicación de la bioquímica en la búsqueda de la causa de las disfunciones de los órganos.
Nuestro cuerpo necesita relacionarse adecuadamente con los demás individuos con los que compartimos este planeta; sean personas, animales, plantas o microorganismos, teniendo en cuenta que si nuestros sistemas son amenazados por agentes biológicas, físicos o emocionales, no podrán funcionar adecuadamente y se desequilibrarán.
El primer paso en el manejo en Medicina Funcional es buscar infecciones crónicas causantes de inflamación, eliminar las secuelas que antiguas infecciones hayan dejado en nuestro cuerpo y recuperar la población de microorganismos “buenos” que habitan en nosotros y nos facilitan ciertos procesos metabólicos, que muchas veces hemos dañado a partir de tratamientos previos.
Es el caso del Síndrome de Intestino Irritable, en el cual vemos alteraciones de la función de digestión y absorción de nutrientes, lo que genera síntomas relacionados con la ingesta de alimentos, como dolor, distensión abdominal, alteración en las deposiciones y mala absorción de los nutrientes, en muchos de estos pacientes vemos que han recibido múltiples manejos con antibióticos y no han repoblado adecuadamente la flora intestinal, lo cual hace que el cuadro sea repetitivo y cada vez más sintomático.
Por otra parte, para que nuestro cuerpo funcione bien necesitamos proveer las materias primas adecuadas que le permitan suplir los requerimientos que implican nuestros procesos metabólicos, si no le proporcionamos los nutrientes necesarios; una adecuada respiración, un descanso adecuado y unas relaciones interpersonales sanas, forzamos a nuestro sistema a trabajar de manera a penas aceptable para funcionar por un tiempo, con algunos síntomas menores, pero una vez que la capacidad adaptativa de nuestro cuerpo ha sido vencida empezamos a notar que estamos enfermos y los problemas serios de salud crecen.
Generar cambios en la nutrición, en el manejo de las emociones, la actividad física y el descanso son las estrategias terapéuticas de la medicina funcional, buscando que, una vez superada la enfermedad, sea posible mantener la salud a largo plazo, eso hace de esta nueva visión sea principalmente preventiva.
La valoración integral del estado de salud de una persona implica evaluar los síntomas físicos y mentales que tiene y ha tenido a lo largo de su vida, las situaciones traumáticas que ha padecido, su estilo de vida y los cambios que está en disposición de llevar a cabo. Con esto, se elabora en conjunto con el paciente un plan de manejo que le permite entender las causas de su situación y empoderarse para asumir el reto que implica ser el responsable de su curación.
Generalmente se requiere suplir los nutrientes que no consume, mejorar la dieta, adoptar una actividad física acorde a sus necesidades y gustos y buscar que el ambiente en el cual se desenvuelve sea lo más saludable posible.
Si estás interesado en asumir el reto de entrar en este nuevo estilo de vida, para mantenerte saludable o para corregir tus desequilibrios, te invito a comunicarte con nosotros y agendar tu cita. Hazlo a través de nuestro Whatsapp: +57 314 3953647. Si estás desde tu celular simplemente haz click aquí, te llevará directamente al Whatsapp de agendamiento.
Claudia Vargas García, MD, MSc